Soy Patricia Casado, la cuarta generación de una familia de peluqueros que aman su trabajo. Durante más de 20 años estuve formándome y aprendiendo de mi padre, Manuel Casado, hasta que decidí dar un paso al frente y empezar mi trayectoria en solitario llevando a mis espaldas todos los conocimientos adquiridos gracias al que ha sido uno de los mejores profesionales del sector en la ciudad de Sevilla.

Me siento afortunada cada día de trabajar en peluquería, mi gran pasión. Desde muy joven supe que quería dedicarme a este sector y quería hacerlo de la mejor forma posible. Estudié a fondo en las mejores academias de belleza de Sevilla, Madrid, Barcelona, Vigo y Málaga. Pero con el tiempo España se me quedó pequeña, cada vez aumentaba la sed de conocimientos más avanzados y especializados, así que durante más de cinco años estuve viajando a Estados Unidos donde tuve la oportunidad de trabajar y seguir formándome de la mano de grandes estilistas.

Me especialicé en la confección y aplicación de prótesis capilares. Mi gran satisfacción es poder ayudar a personas con problemas de alopecia o que pierden el pelo a causa de distintas patologías o tratamientos contra el cáncer. La posibilidad de devolver a mis clientes su aspecto inicial, ver sus sonrisas al mirarse en el espejo y descubrir que lucen como si nada les hubiera pasado, es para mí una sensación indescriptible.